Vivir como colegio la Semana Santa 2025 es una oportunidad única para fortalecer los valores cristianos, fomentar la reflexión espiritual y promover la unidad entre todos los miembros de la comunidad educativa. Este tiempo sagrado nos invita a recordar el amor, la entrega y el sacrificio de Jesús, y a vivir con mayor empatía, solidaridad y esperanza. Compartir estas vivencias como institución no solo enriquece nuestra fe, sino que también refuerza el sentido de pertenencia, formando corazones comprometidos con el prójimo y con la construcción de un mundo más justo y humano.
La espiritualidad Anunciata, al estilo de Madre María Berenice, nos invita a vivir una fe alegre, cercana y comprometida, especialmente con los más necesitados. Su vida fue un testimonio de amor profundo por Jesús y de servicio generoso hacia los demás. Siguiendo su ejemplo, los jóvenes están llamados a ser anunciadores del Evangelio con su vida, a participar activamente en la Iglesia y a descubrir que cada gesto de amor, cada palabra de aliento y cada acto de servicio es una forma de construir el Reino de Dios. ¡Ser parte de la Iglesia es una aventura maravillosa donde cada uno tiene un lugar, una misión y un llamado a transformar el mundo con la fuerza del amor!
Madre y Reina de la Anunciación: A tu corazón de Madre entrego mi alma, mis pensamientos, recuerdos, imaginaciones, deseos y temores. Recibe mi corazón, que sea un solo palpitar con el vuestro; mi cuerpo con sus sentidos. Quiero mirarte madre con gratitud. Te entrego mi lengua que en cada frase que pronuncie repita: «soy toda tuya». Quiero pedirte mas para el Santo Padre, para la iglesia, para todos mis hermanos. Madre bondadosa, desde hoy quiero vivir contigo, que tu dirijas mis pasos y deseos, y para eso, al iniciar una acción, me diré: ¿Como lo haría María?. Te entrego mi vida espiritual, que sea un vivir en el amor del Espíritu Santo, ara todos mis hermanos .
Así sea
